El "gap".

27 marzo, 2009


Esta semana tuve la oportunidad de asistir a una tertulia en la que el tema central era la política y la moda. A un lado de la mesa se sentaron los políticos y al otro los creativos. Los lados Norte y Sur lo flanquearon periodistas del sector, patrocinadores, comerciantes y un servidor que, como siempre, tiene que tomar y dar la nota "científica" de lo que pasa.


Quedaron en evidencia algunas cosas:

Para empezar, y para mi tranquilidad personal, tuve el privilegio de testificar que a los políticos se les puede decir en persona lo que todos les decimos en casa cuando los vemos por la tele, y en el mismo volumen, la misma intensidad aunque con un lenguaje algo más moderado.

En segundo lugar lo que queda patente es ese "gap" que separa a unos y otros. De eso bloguearé hoy. Del gap.


Todos sabéis, y si no tomad nota, que nuestro cerebro tiene dos hemisferios. El del lado derecho es el hemisferio creativo. El izquierdo es el lógico. Pues bien, a esos señores de la mesa se les hizo evidente que cada uno de los lados no sabe lo que está haciendo el otro lado. Pudiera parecer que eso es un gran problema. Lo es, de verdad que lo es. Pero no una anomalía, parece que eso es lo normal.

El cerebro humano tiene dos hemisferios, unidos pero son dos y se hallan relacionados con áreas muy diversas de actividad y funcionan de modo diferente, aunque complementario. Podría decirse que cada hemisferio, en cierto modo, percibe su propia realidad; o quizás deberíamos decir que percibe la realidad a su manera. Ambos utilizan modos de cognición de alto nivel.


Nuestros cerebros son dobles, y cada mitad tiene su propia forma de conocimiento, su propia manera de percibir la realidad externa, incluso podríamos aventurarnos a decir que poseen su propia personalidad, siendo ambas mitades complementarias una de la otra.

Podríamos decir, en cierto modo, que cada uno de nosotros tiene dos mentes conectadas e integradas por el cable de fibras nerviosas que une ambos hemisferios. Ningún hemisferio es más importante que el otro. Para poder realizar cualquier tarea necesitamos usar los dos hemisferios, especialmente si una tarea es complicada. Lo que se busca siempre es el equilibrio. El equilibrio se da como resultado de conciliar polaridades, y no tratando de eliminar una de ellas.

Cada hemisferio cerebral tiene un estilo de procesamiento de la información que recibe. Vamos a ver que hace cada uno de ellos:

El hemisferio izquierdo procesa la información analítica y secuencialmente, paso a paso, de forma lógica y lineal. El hemisferio izquierdo analiza, abstrae, cuenta, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza, Piensa en palabras y en números, es decir contiene la capacidad para las matemáticas y para leer y escribir.

La percepción y la generación verbales dependen del conocimiento del orden o secuencia en el que se producen los sonidos. Conoce el tiempo y su transcurso. Se guía por la lógica lineal y binaria (si-no, arriba-abajo, antes-después, más-menos, 1-2-3-4 etc.).

Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento convergente, obteniendo nueva información al usar datos ya disponibles, formando nuevas ideas o datos convencionalmente aceptables.

Aprende de la parte al todo y absorbe rápidamente los detalles, hechos y reglas. Analiza la información paso a paso. Quiere entender los componentes uno por uno. El lado izquierdo es el ingeniero, el contable, el analista, el militar, el programador, en definitiva es nuestro lado estratégico.

El hemisferio derecho, en cambio, parece especializado en la percepción global, sintetizando la información que le llega. Con él vemos las cosas en el espacio, y cómo se combinan las partes para formar el todo. Gracias al hemisferio derecho, entendemos las metáforas, soñamos, creamos nuevas combinaciones de ideas.

Es el experto en el proceso simultáneo o de proceso en paralelo; es decir, no pasa de una característica a otra, sino que busca pautas y gestuales. Procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo. El hemisferio holístico es intuitivo en vez de lógico, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos. Tiene capacidad imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva.

Este hemisferio se interesa por las relaciones. Este método de procesar tiene plena eficiencia para la mayoría de las tareas visuales y espaciales y para reconocer melodías musicales, puesto que estas tareas requieren que la mente construya una sensación del todo al percibir una pauta en estímulos visuales y auditivos.

Con el modo de procesar la información usado por el hemisferio derecho, se producen llamaradas de intuición, momentos en los que «todo parece encajar» sin tener que explicar las cosas en un orden lógico. Cuando esto ocurre, uno suele exclamar espontáneamente “¡Ya lo tengo!” o “¡Ah, sí, ahora lo veo claro!” El ejemplo clásico de este tipo de exclamación es el exultante “Eureka” (¡lo encontré!) atribuido a Arquímedes. Según la historia, Arquímedes experimentó una súbita iluminación mientras se bañaba, que le permitió formular su principio de usar el peso del agua desplazada para deducir el peso de un objeto sólido sumergido.

Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente, creando una variedad y cantidad de ideas nuevas, más allá de los patrones convencionales.
Aprende del todo a la parte. Para entender las partes necesita partir de la imagen global.

No analiza la información, la sintetiza. Es relacional, no le preocupan las partes en sí, sino saber cómo encajan y se relacionan unas partes con otras.

El lado derecho es el artista, el poeta, el soñador, el pintor, el seductor, el lado derecho es nuestro lado creativo.

Volviendo a la cena... Reflexionando sobre el tema, pareciera que el lado izquierdo y el derecho no se conocieran, que no se entendieran, que no supieran el uno del otro. Pero lo que en realidad ocurre es que un lado no sabe lo que le ocurre al otro. Y eso si es grave.

Los izquierdos, los políticos en este caso, siguen su hoja de ruta ignorando los derechos, que siguen otra. Que no entro en una u otra, El problema es que como se ignoran, hay dos rutas y una no encaja con la otra.

La creatividad es lo que te da tracción en el mercado. Es la tracción de los mercados. Sin creatividad no hay innovación, sin innovación no hay avances.

Cualquier planteamiento estratégico (lado izquierdo) precisa del ejercicio de la creatividad (lado derecho) y viceversa.

Sólo cuando ambos lados se entienden, sólo cuando ambos lados se conocen y saben lo que el otro hace, sólo cuando ambos lados están correctamente alineados funciona de tal modo que se garantiza el éxito o al menos el triunfo.

Los señores políticos, con sus lados izquierdos en pleno funcionamiento no debieran ignorar los planteamientos innovadores de los señores creativos.

Los señores creativos, con sus lados derechos híperdesarrollados, no debieran omitir los planes y objetivos de los estrategas del mercado y de quienes hacen posible o facilitan su cumplimiento.

Ambos lados deben acercarse, comunicarse y, sobretodo, quererse. Sólo así, siendo un mismo cerebro, llegarán a hacer grandes cosas.

Deshagan ese gap, por el bien de todos.




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